El Botiquín de Primeros Auxilios

Por: Guillermo Robledo
Presidente de la Alianza de Paramédicos y Rescatistas del Estado de Guanajuato
Consultor y Capacitador en materia de Protección Civil y STPS
ExParamédico, exJefe de Personal en Socorros, y exCoordinador de Voluntariado en Cruz Roja Mexicana, Delegación León, Guanajuato.
01.2020

Renombraré esta publicación como "EL BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS Y LOS MEDICAMENTOS, ¿qué debe contener?".

Esta pregunta no es simple ni corta y merece su tiempo y atención para quienes toman en serio su labor de formarlo y usarlo: brigadistas, capacitadores, consultores, primeros respondientes, y responsables de Seguridad y Salud Laboral.

- Para empezar, las recomendaciones de este artículo aunque aplican para todo el mundo, están dirigidas para el mexicano.
- En segundo lugar no se hará referencia a los botiquines o kits de ambulancia, paramédicos, consultorios médicos, ni módulos de Enfermería. El contexto es laboral y doméstico.
- Hay una norma oficial mexicana muy subestimada aunque no extinta, sobre el contenido del botiquín de Primeros Auxilios en Centros de Trabajo que debe usar el brigadista: NOM-020-STPS-1994. Esta norma establece los insumos necesarios para un kit universal, pues depende del diagnóstico de riesgos para determinar tanto la capacitación del brigadista, el protocolo de atención y los materiales y medicamentos que se deben agregar en especial. No sobra comentar que las indicaciones de la norma no están descontinuadas, porque no falta quien quiera desacreditar algo que si bien ya tiene 25 años y las actualizaciones son frecuentes, siendo sensatos, cumple con lo mínimo necesario como guía oficial, punto.
- Estrictamente ningún botiquín debería tener medicamentos, pero son inevitables debido a que tácitamente se indica su uso en las normas oficiales mexicanas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), como la 030-2009, 002-2011, 006-2014, 005-2017, entre otras; que no explicitan cuáles y los sujetan al ambiente laboral en particular, para uso del brigadista que es un empleado común, no necesariamente técnico o profesionista en salud. Lo que permite legalmente usarlos.
- Además está la desfachatez mexicana que al tener de venta libre centenas de fármacos, se expenden en cualquier lugar sin receta,  lo que ha facilitado la peligrosa automedicación, y que el señor de la tienda diagnostique y recete al consumidor enclenque.
- Muy importante aclarar que la norma citada sujeta la administración de los medicamentos a una "dirección médica", es decir, que toda medicina que se administre o dé, debe haber sido indicada o autorizada por un médico. Como esto es imposible en la gran mayoría de empresas en México, remembrando al don de la tienda o al vendedor de la farmacia, y sus facilidades en recomendaciones medicamentosas, al menos lo que se espera es que el patrón consulte previamente con un médico laboral o de cabecera, un limitado grupo de medicamentos en el botiquín con indicaciones que impidan el abuso en las dosis y toma de decisiones ulteriores.
-  De manera general o universal: 1 o 3 analgésicos/antipiréticos orales + 1 antihistamínico oral + 1 o 3 fármacos orales para afecciones gástricas, algún ungüento analgésico, antihistamínico y/o antibiótico. El Ácido Acetilsaliscílico y los electrolitos orales, son quizá los únicos estandarizados derivado de las recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) para las emergencias cardiogénicas, y de la Secretaría de Salud contra la deshidratación mortal en pediátricos, que se extiende también en los adultos.
- Restringiendo un cuadro de medicamentos y su protocolo de administración, coopera en contra del abuso de la automedicación, venta libre y manejo imprudencial de algunos, como los antibióticos.
- El análisis de riesgos laborales, también debe considerar las enfermedades crónicas de los trabajadores, disponiendo además del medicamento en común para tales enfermedades más frecuentes, como la diabetes o la hipertensión arterial, por mencionar las más comunes en México. Adherir un medicamento especial para una enfermedad crónica, no es obligatorio para el patrón, pero si lo hace, debe aclarar que cada trabajador debe acudir por ellos a su Centro de Salud correspondiente, para eso se paga su Seguridad Social.
- El brigadista no es médico, el brigadista no es médico, se debe hacer una plana completa con este enunciado. El responsable de RRHH tampoco es médico, el responsable de RRHH tampoco es médico, hacer otra plana y las necesarias para quitarle la obligación al compañero que le enjaretaron la responsabilidad del manejo de medicamentos. El brigadista aprende a reconocer o sospechar emergencias médicas y en unas cuantas horas, algo que no lo faculta para diagnosticar ni dar tratamientos. Reconocer y sospechar emergencias médicas, no para diagnosticar ni dar tratamientos, para ello que estudie la carrera de Medicina o Enfermería.
- Es ideal que el medicamento no se deje a libre elección del presunto doliente, sino que lo administre un líder de brigada o brigadista, y que lo apunte en una lista, tanto para referencia, control y todo problema jurídico que pueda presentarse relacionado con ello: impericias y negligencias Lista que debe contener la firma autógrafa del supuesto enfermo, de haber aceptado las condiciones de entrega y seguimiento, y que está consciente que quien dispone de la medicina no es médico.
- Idealmente también se exhorta incluir un Desfibrilador Automático Externo (DAE), pero ya es demasiado pedir.
- Personalmente recomiendo un botiquín en caja plástica, no solo para que se mueva con facilidad, es mucho más barata que una de metal fija en la pared; y conserva mejor el medicamento del entorno que una de lona (o equivalente). Afuera o dentro del botiquín también se suma un manual o guía rápida de Primeros Auxilios.   
- El botiquín debe estar señalizado e identificado como tal. Las NOM-003-SEGOB-2011 y la 026-STPS-2008, establecen que la señal es la cruz blanca en fondo verde, como parte de la armonización universal de señales y protocolos de emergencia. Personalmente también recomiendo el dedo vendado, como la señal de los Primeros Auxilios que a la fecha no logró obtener reconocimiento mundial, pero que para eso fue hecha hace varias décadas. Puntualizando el desuso de la cruz roja, como un emblema que solo es para socorristas en tiempos de guerra o desastre como indican los Convenios internacionales de Ginebra, y que la mayoría violenta involuntariamente. 
- Finalmente, evocar que un Primer Respondiente, es aquella persona que sabe Primeros Auxilios Médicos y que es la primera persona que presta ayuda en una emergencia médica, y por esa razón fortuita, muy probablemente no traerá un botiquín a la mano, de esto el capacitador tiene qué inculcar y recomendar las herramientas que se pueden improvisar. Una persona que sabe Primeros Auxilios, debe tener la competencia para conocer y saber usar un kit de Primeros Auxilios, como actuar sin él y saber improvisar.

MATERIAL QUE DEBE CONTENER UN BOTIQUÍN de manera universal:

- Apósitos y gasas.
- Vendas elásticas
- Tela adhesiva
- Abatelenguas
- Férulas de cartón o equivalente de 15cm x 50cm
- Mascarilla de resucitación
- Torundas de algodón en alcohol etítlico.
- Alcohol 90º
- Antiséptico sol.
- Tijera de uso rudo
- Una manta (térmica de preferencia)
- Una lámpara de mano, pilas de repuesto.
- Cubrebocas y filtros N95
- Guantes de látex, vinilo o nitrilo.
- Cerillos, encendedor y velas.
- Electrolitos orales en polvo
- Ác. Acetilsaliscílico grageas de 500mg.
- Otros según el análisis de riesgos y diagnóstico de necesidades contextuales.

Esperando lo mejor para todos, salud total y que todo sea para bien. 

contacto@primerotusalud.net
whatsapp 4772902655